El agua es una fuente de vida única y fundamental para el desarrollo de la sociedad. El agua no sólo es esencial, sino también un recurso inagotable y cada vez más escaso a escala global.
Si conseguimos reducir el uso de agua potable, contribuiremos a proteger el medio ambiente y mantener la calidad de los servicios. Al mismo tiempo, podremos mejorar nuestras condiciones de vida y construir un importante vínculo de solidaridad.
5 principales consecuencias de la escasez de agua
La escasez de agua en el mundo es un problema que debemos frenar implementando las soluciones que estén a nuestro alcance. Estas son algunas de las consecuencias más graves:
- Brotes de enfermedades. La escasez de agua y la falta de sistemas de purificación adecuados obligan a la población de algunos países del mundo a recurrir a fuentes de agua contaminadas que causan enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud, «el agua contaminada puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera o la poliomielitis». Por tanto, la falta de agua potable provoca deshidratación, lo que puede provocar numerosas complicaciones.
- Falta de comida. La insuficiencia de agua afecta a la agricultura, la ganadería y la industria, provocando escasez de alimentos.
- Desaparición de especies vegetales y animales. Todos sabemos que las plantas y los animales no pueden vivir sin agua; cuando el agua escasea, mueren y desaparecen.
- Conflicto. La escasez de recursos hídricos provoca muchos conflictos en todo el mundo y significa el desplazamiento de personas a otras zonas donde pueden vivir en paz y seguridad.
- Poca conciencia sobre la escasez de agua. La falta de conciencia conduce al mal uso de este activo valioso y esencial. Además, conduce a una distribución injusta.
La importancia del agua
En un planeta que contiene millones de kilómetros cúbicos de agua, sólo el 0,007% de toda el agua del planeta es potable y cada año estas cifras van disminuyendo a causa de la contaminación.
El agua es esencial para la vida en el planeta y para las personas. Existe una estrecha conexión entre la forma en que nos desarrollamos económica y socialmente y el agua.
Algunas soluciones
Algunos países ya están elaborando acuerdos con otros países sobre el suministro de agua, y esto es fundamental porque no hay fronteras para los recursos hídricos. Otra forma de cuidar el agua en el futuro es gestionar el riego en las plantaciones. La agricultura utiliza el 70% del suministro de agua, pero el 42% se pierde por mal uso.
El proceso de desalación también es una realidad. Cuando los países se queden sin agua dulce para beber, tendrán que quitarle la sal al agua de mar para beber. El problema de este tipo de instalaciones es el coste, que actualmente es muy elevado pero se espera que en el futuro baje notablemente.