Para tumbarse y levantarse el caballo seguirá siempre los mismos pasos. Para acostarte, dobla los pies, colócalos debajo del cuerpo, arrodíllate sobre las manos, acerca la cabeza al suelo para apoyar la espalda y termina colocando la espalda en tercera posición, con ambos pies del mismo lado. En general y en una posición normal (el caballo goza de buena salud y se mantiene tranquilo y seguro en la zona donde se encuentra), a partir de esta posición se tumbará completamente en el suelo, rozando la arena o la hierba.
Al ponerse de pie, el caballo apoya ambas manos en el suelo, empuja con el cuello y levanta los hombros. Una vez apoyado sobre las manos, el balanceo de tu cuello, con una patada de tus riñones, te permitirá ponerte de pie. Cuando se recoge, a menudo se sacude para eliminar el exceso de suciedad o pelo muerto que queda en su espalda.
Los caballos se tumban para caer en un sueño profundo.
Mucha gente piensa erróneamente que los caballos sólo duermen de pie, cuando en realidad los caballos necesitan tumbarse para descansar adecuadamente. Sin embargo, también existen otras razones por las que un caballo se tumba.
Los caballos tienen dos etapas de sueño: sueño de ondas lentas y sueño REM o paradójico. Cuando un caballo duerme de pie, se encuentra en un estado de descanso lento y superficial.
¿Qué pasa si un caballo no se levanta?
Si un caballo no se levanta, puede haber varias razones. En primer lugar, puede que esté enfermo o herido. Si este es el caso, es importante llamar a un veterinario para que valore al caballo y decida el tratamiento necesario. En algunos casos, el caballo debe ser trasladado a una clínica veterinaria para recibir tratamiento especializado.
En segundo lugar, el caballo puede estar muy cansado o estresado. Si el caballo no ha descansado lo suficiente, es posible que no tenga energía para levantarse. En este caso, es importante darle descanso a tu caballo y un lugar tranquilo para que pueda recuperarse.
¿Cuánto tiempo duermen los caballos?
Se sabe que los caballos sobreviven con poco sueño. Sólo duermen unas tres horas en un período de 24 horas, pero nunca descansan mucho. Los potros más jóvenes pueden dormir más que los caballos mayores.
Unos minutos de descanso es todo lo que necesita un caballo en diferentes momentos del día, pero en un periodo de 24 horas, estos minutos deberían sumar un total de tres horas de sueño.