cosas que se parecen pero no son iguales

Todos hemos oído hablar del ADN. Eso que se transmite de padres a hijos y determina si tienes ojos azules o marrones. Lo que se utiliza para identificar a un criminal y todo eso. Es esa información genética que tienen los seres vivos la que los convierte en lo que son. Generalmente entendemos, con mayor o menor profundidad, que el ADN (los genes) nos da nuestra individualidad.

Nuestro ADN determina en gran medida nuestra fisionomía, nuestras capacidades innatas e incluso parte de nuestro carácter. Esto es lo que nos diferencia de otras personas y nos hace únicos. Pero ¿qué pasa con los gemelos? Si son clones genéticos perfectos, ¿son realmente individuos diferentes? Por mucho que tengan los mismos genes y, por así decirlo, partan de la misma base, nunca veremos dos gemelos idénticos. La comida, el clima, las experiencias de vida, etc. también juegan un papel vital en el desarrollo de cada ser vivo y crean su identidad. Así, el mítico ácido desoxirribonucleico (de ahí las siglas; ADN) no es lo único que define a un ser vivo, e incluso dos clones genéticamente idénticos pueden desarrollar sus diferencias.

Ranas y sapos

Los primeros tienen patas más delgadas y largas, mientras que las ranas tienen un volumen más grueso y su piel es áspera y gruesa.

Esta raza de perro se parece, pero no es la misma

A la izquierda está un Husky, que es originario de Siberia, a la derecha está un Malamute, de 2 a 3 veces más grande y originario de América del Norte.

Es común confundirnos y creer que todo es Gran Bretaña, pero no es así. Gran Bretaña incluye Inglaterra, Gales y Escocia. Mientras que el Reino Unido es Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte.

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